Vuelta al cole y a la báscula

Comenzamos la temporada, o el nuevo curso..., en fin, la vuelta al currelo. Es curioso pero cada año me cuesta más reincorporarme al trabajo. Tengo la misma sensación que cuando era niño y los simpáticos de “Galerías Preciados” ponían el cartel grande en la calle Ancha de Cádiz anunciando la “Vuelta al Cole” con varios niños contentísimos, que con su maleta nueva se dirigían a clase. Eso lo hacían a principio de agosto y desde entonces se me hacía un nudo en estómago contando los días de vacaciones que quedaban. Ahora a punto de cumplir los cincuenta me ocurre lo mismo, vuelve ese pellizco en la barriga y esa cuenta atrás, y vuelvo a acordarme de los sádicos de “El Corte Inglés”, que desde el uno de agosto me machacan con los carteles. Algunos amigos que los saben me llaman incluso por teléfono para avisarme cuando ven la publicidad (vaya maldad, para qué quiero enemigos...).

Por otro lado, y para compensar, nuestro administrador pulisa anuncia en el foro el comienzo de la temporada de entrenamiento en serio; todos entusiasmados nos hemos puesto en marcha, comenzamos con ilusión a programar la temporada de competición y las actividades diversas que nos plantearemos este año, con el principal objetivo de la carrera de los 101 de Ronda. Es decir, a algunos nos ronda por la cabeza (y valga la redundancia) el participar en otra gran ruta, lo cual es positivo para motivar el entrenamiento.

La verdad es que en verano no lo hemos dejado, algunos días cada uno por su cuenta ha corrido solo, y también hemos hecho por coincidir más de una vez. Pero no es lo mismo, vale para mantener, porque el espíritu de nocturnis es otra cosa, la carrera disciplinada por las noches, las charlitas en ruta, las copitas conmemorativas, en fin, el desahogo después de una jornada de trabajo.

Lo peor de septiembre es lo que ya sospechaba al colocarme algunos pantalones, o al pasar por el espejo de perfil, o verme ese brillito en la piel debajo de las costillas. Llevo varios días intentando ponerme un poco a dieta, creo que no estoy preparado aún para pesarme. Lo más terrible es cuando me despierto y todavía acostado en decúbito supino miro de reojo hacia el espejo que tengo en el armario a mi derecha y compruebo que incluso metiendo un poco la barriga hacia dentro esa curvita entre el pecho y el pijama de verano se pronuncia un poco hacia arriba.

Pero ya basta, esta semanita he recuperado la motivación y las últimas noches solo he tomado mi yogurt griego. Cuando lo logre unas noches me animaré, y cuando me despierte, en pelota picada, iré al cuarto de baño a vaciarme, me quitaré hasta el polvo de encima, soltaré todo el aire que pueda y comprobaré en la balanza cuál ha sido el resultado del verano. Espero no tener que gritar; lo que es seguro que poco a poco voy a recuperar mi forma física y el peso que me corresponde. En unos días publicaré en el foro cual es mi peso al principio de temporada, y una vez al mes volveré a a quitarme el polvo, soltaré de nuevo aire, haré lo que el cuerpo me pida en el baño y cogeré valor para subirme a la báscula.

NOCTURNIS TRHEE. ppnz