Quisiera dedicarle esta carrera a los compañeros Nocturnis que no pudieron terminarla, y a los que no pudieron acudir por diversos motivos. Siempre estuvieron con nosotros durante las 37 horas y son partícipes de las gesta, pues hemos realizado todos los entrenamientos juntos. No quiero hacer una crónica detallada de cada momento, pues resultaría muy pesada. Podría resumirla en pocas palabras: sufrimiento, dureza, valor, sacrificio, locura... Pero tampoco voy a ser tan breve y contaré algunas pinceladas. Ahí va el rollo:
Tras tres cervezas, un rioja y un licor de hierbas me reuno con los compañeros de batalla "atacao" de los nervios. Toda la logística de material; mochila, bolsas, etc., que tan cuidadosamente había realizado, se "va a tomar por saco" -Dios mío no encuentro las medias compresoras, -¿dónde esta el ibuprofeno? - la crema de los pies no me la he puesto, a empezar de nuevo... Por fin cuando logro organizarme nos colocamos en primera linea de salida para la sesión de fotos. Suena la señal de salida y me equivoco de calle tirando por la derecha: "carajón". Ya relajado comenzamos la primera rampa dura, la subida por el cortafuegos del bosque, cuando un nocturnis se queda rezagado y me quedo con él. Nos volvemos a reagrupar en el área recreativa de Banamahoma y juntos emprendemos la subida al Boyar. Nos abrigamos y nos proponemos a cruzar por la parte más dura del recorrido, a este nocturnis los problemas se le empeoran y volvemos a quedarnos solos. Atravesamos el Simancón y el Navazo a la luz de la luna llena y llegamos a Villaluenga para reponer fuerzas con un caldito. Nocturnis decide abandonar y comienzo una carrera desenfrenada por el Puerto del Correo en solitario. Consecuencia: tropezón, batacazo y rodillazo monumental, pero no pasa nada, unos metro andando y vuelvo a correr. En el siguiente avituallamiento levanto los ojos y me encuentro con mis compañeros de fatiga, ¡se me suben los ánimos! Los Nocturnis están en su ambiente perfecto, en nuestro medio, la noche, la luna llena... Los lobos atraviesan los llanos y al amanecer una tremenda cuesta nos lleva a Ronda. Un frío de muerte. Otro Nocturnis ve como una reciente lesión llama de nuevo a su puerta e inteligentemente decide retirarse para retener fuerzas para la siguiente batalla.
Solo quedamos tres, que nos vamos comiendo los kms y las horas para completar una segunda noche. -¿Quien dijo que el tramo de Ronda hasta Cortes era suave? ¡Vaya tela marinera! La verdad es que los tres nos sentimos muy fuertes y pudimos ir más rápido pero el espíritu blanco del hombro derecho nos decía -"no engolfarse... que queda mucho todavía...." y gracias a Dios que le hicimos caso. Sufrimos más con la noche que con los kms; el estómago se va de su sitio, comienzan los flatitos, los geles y botellitas enegérticas se desmadran, - "dame un almax por tu padre" . El sueño puede contigo y te caes sobre los bastones. Llegando al último punto se me aparece un Ángel que con voz suave me pregunta - ¿Qué quieres comer? y en plan de coña le contesto que tortilla de patatas, y entonces el Ángel risueño y luminoso me dice:-"toma tortillita con cebollita". Entonces me muero de gusto, no era una alucinación. Pensando que ya quedaba poco nos encontramos con la última sorpresa; ¡que guasa tienen los organizadores! vaya tramo nos metieron para subir a Prado del Rey. De pronto un muro de seis metros nos impide el paso durante un montón de tiempo, y el pueblo fantasma que no aparece. Por fin cuando esperaba llegar a la meta en plan Killian en la UTMB saludando a todos estamos más solo que la una y sin ganas ni para probarnos la sudadera de finalista.
Y ya cambiando de tercio creo que el éxito de completar la ultra se debe a :
-Un buen entrenamiento sin abusar para evitar lesiones.
-Un buen descanso los últimos dias.
-Entreno específico por lugares parecidos a la prueba y conocimiento del recorrido.
-Alimentación adecuada, combinando dulces energéticos y saladitos para evitar calambres.
- Elección del material adecuado.
-Y lo más importante, la compañia.
Para la organización no tengo más que elogios, fuimos atendidos perfectamente por los voluntarios. Recuerdo a un miembro de la organización que sube y baja repetidamente la rampa de Villaluenga ayudando a los corredores, marcando el camino y hasta quitando piedras peligrosas. Gracias a todos los participantes y organizadores por darnos esas 37 horas de sufrimiento y gloria.
Muy bonito blog, gran sentimiento el que compartis, con vuestro permiso os sigo a partir de ahora.
ResponderEliminarUn saludo!
Ppnz, gracias por deleitarnos con tu crónica: sencilla, agradable, amena y detallada. Ah¡ y el reportaje fotográfico, de categoría. Me digo a mi mismo que podría haber estado allí junto a vosotros, pero no pudo ser. Otra vez será. Os vuelvo a dar la enhorabuena porque esta experiencia os ha curtido física y mentalmente.
ResponderEliminarGracias por dedicarnos vuestra victoria y por hacerme pasar un rato agradable mientras leía esta excelente crónica. Enhorabuena.
ResponderEliminarLos Nocturnis están en su ambiente perfecto, en nuestro medio, la noche, la luna llena... Los lobos atraviesan los llanos...
En dos palabras:IM PRESIONANTE.yo,de mayor quiero ser como vosotros. ENHORABUENA.
ResponderEliminarROMORGO DICE: Gracias por la dedicatoria ppnz por mi parte me lo tome como un entreno, ya sabes no estaba preparado, pero la experiencia valio la pena aun sin terminarla. Lacronica como siempre, breve, concisa y con un toque de humor caletero. Te debo un favor por ese acompañamiento durante mi recorrido, solo hubiese terimnado mucho antes.
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