No podía ser de otra manera, no podíamos faltar a la primera
edición del Trail Cara los Tajos. Con esa promoción, pedazo de página web, el vídeo de
Kilian animando, el montón de patrocinadores…, parece claro que
tenía que ser una gran carrera.
Los Nocturnis nos preinscribimos de los primeros y estuvimos atentos a
cualquier cambio de las web para que no se nos saltara nada. En Alhaurín el Grande nos colamos unos el sábado y otros el domingo y
en la parrilla de salida estábamos Lolo, Boticario y Ppnz, disfrutando del ambientazo.
Nivelazo total, los campeones de España, la selección de CxM, los atletas
superpreparados, equipación tope de gama...; ya el sábado se preveía tras la charla informativa y mesa redonda en
la biblioteca municipal.
La zona la conocíamos por Jarapalos, pero cada día me sorprende
más; desniveles increíbles, cientos de senderos..., un verdadero paraíso para las CxM. No es de extrañar el nivel que tienen los corredores malagueños. Estudiando el perfil apostamos por hacer la carrera en 4.30
horas. Sonó el disparo de salida, unos metros de asfalto y ya estábamos en plena
sierra. De aperitivo un camino de
piedras impracticable para dejar allí un tobillo, camino que volveríamos a
recorrer de vuelta. Tres subidas nos
esperaban a cual más dura; por el terreno, el desnivel y la distancia. Llegar a la famosa bola tras el cansancio acumulado fue
terrible. Y esas bajadas…, la
gente está cada día más loca, si pierdes
la concentración tropezón, tobillazo y pérdida de dientes como mínimo. Vista al
frente, memorización del terreno, pasos largos, valor y al toro. Durante la
primera bajada disfrutando cuando se podía de la vistas del pueblo, sin
embobarse para no meter el pellejazo, en
la segunda bajada los mismísimos… por
corbata, hay que estar majara para diseñar este descenso, y más loco para correrlo, y en la última que ya conocíamos
de Jarapalos, cuidadín que para lo que queda no vayamos a cagarla antes de meta.
Qué paisajes, qué
senderos, qué vistas; mirando a un lado la costa de Cádiz a Granada, y hacia otro, el valle del Guadalhorce, que
envidia os tengo
Perotes, así cualquiera está fuerte. Durante el camino
disfrutando de buena compañía de los colegas que ya nos conocemos de la
montaña, los Nocturnis nos vamos haciendo sitio entre los aficionados, cada vez
lo hacemos mejor y vamos siendo
conocidos. Por fin la meta, tras
pasar de nuevo por esas piedras impracticables, y el subidón hace que seamos
capaces de saltar entre ellas. Levantamos la cabeza y vemos que llegamos 10
minutos antes de los previsto, y todavía con fuerzas. Cuatro horas veinte, un
crono muy meritoso. Los tres entramos en
un intervalo de varios minutos; Lolo que se escapó desde el principio unos minutos antes, y más tarde el Boticario y yo juntos en la meta.
Duchazo, y a "jartarnos" de cerveza; tres pedazos de paellas
nos esperaban. La bolsa del corredor como se esperaba, de lujo, y buena camiseta de
finisher para los domingos. En resumen, un día
de categoría, un diez para la
organización y mucho futuro para el evento. Los Nocturnis felicitamos a los que hicieron posible esta
competición, así como a los voluntarios. Gracias.