No nos hemos pasado al
ciclismo, ni vamos a hablar de ello, aunque el título de la entrada lo parezca. Se
debe a la sensación a la que nos encontramos la mayoría de los
miembros del club, los cuales nos vimos seducidos por los encantos de
la playa y ahora lo estamos pagando...
Tras la monumental bronca
que nos metió Ppnz, a pesar de que el termómetro todavía invite a
ello, hemos tenido que dejar a un lado la sombrilla, la hamaca, la nevera,
etc., y nos vemos de nuevo metidos en faena. Las próximas citas -Media maratón de Marbella, Turdetania, Gran Vuelta al Valle del Genal,
Jarapalos, etc.- nos obligan a ello, y por sus características, a
alargar los entrenos e introducir desniveles. Es precisamente ahí,
cuando nos hemos dado cuenta de que vamos a destiempo. Algunos
miembros del club harán una y otros otra, así que todos estamos en
el mismo barco, porque los que tienen pruebas con distancias más
cortas se ven con el handicap de que la fecha de la prueba es más
próxima, y los que tienen que hacer carreras de montaña -distancias
largas con mucho desnivel- tienen fecha más tardía, pero no mucho
más. Podremos “tirar de galones” (es decir, experiencia), pues siempre algo ayuda, pero si no
estamos a un nivel físico aceptable no alcanzaremos nuestro
objetivo. Esperemos que de aquí en adelante acumulemos los suficientes kilómetros para afrontar las
pruebas con garantías. Mientras tanto, el reloj ha iniciado la cuenta atrás.
Perico
La verdad el verano pesa mucho y hay que tener un objetivo en común para no despistarse y sentirse motivado, Eso se arregla con más cervezas en común, que es como se hablan las cosas en serio.
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