viernes, 24 de enero de 2014

Entrenamiento en ayunas

Parece que está de moda este tipo de entrenamiento, pues basta echar un vistazo por los foros y redes sociales de corredores y ciclistas, para comprobar que todo el mundo habla de ello. El entrenamiento en ayunas, es decir recién levantado, parece ser muy útil ya que con ello acostumbramos a nuestro organismo a optimizar el rendimiento a partir de las grasas almacenadas.

El único fin de un entrenamiento en ayunas es potenciar y entrenar al organismo a que utilice los ácidos grasos como combustible a la mínima ocasión que tenga. Esto se traduce en un ahorro del glucógeno muscular y un mejor funcionamiento del músculo en el caso de que se agote el glucógeno y utilice los ácidos grasos, lo que suele ocurrir después de varias horas de esfuerzo continuado. Esto es porque disponemos de dos almacenes de glucógeno: el hígado y el musculo. El glucógeno almacenado en el hígado es utilizado para mantener estables unos valores de azúcar en sangre (glucemia) y alimentar ciertos elementos orgánicos. El glucógeno muscular sólo es utilizado por las fibras musculares al sobrepasar ciertos límites de intensidad. 

Por lo tanto, si no se sobrepasa cierta intensidad, llegará un momento que se agotará el glucógeno hepático (de mucha menor capacidad que los musculares) y serán los triglicéridos los encargados de abastecer al organismo. El glucógeno hepático se encuentra bajo mínimos cuando te levantas ya que ha sido el encargado de alimentar funciones vitales durante el descanso nocturno. El desayuno es el encargado de recargarlo. Por lo tanto si sales a entrenar en ayunas y tenemos en cuenta que los primeros minutos de ejercicio se utiliza glucosa, estamos forzando a un aumento del consumo de los triglicéridos ya no sólo como combustible muscular, sino para extraer glucosa de ellos.

Sin embargo no parece ser un buen sistema para únicamente perder peso. Esto es porque durante el entrenamiento en ayunas puede producirse catabolismo muscular (destrucción de músculo), pero si al finalizar el entrenamiento se aporta una bebida con carbohidratos, proteínas y aminoácidos, se produce una regeneración y un aumento de masa muscular, mayor que en entrenamientos realizados después de haber realizado un desayuno. Dicha conclusión es a la que se llegó después de haber realizado una comparativa entre dos grupos y posterior biopsia en los cuadriceps de los participantes en un estudio nortemaericano.

En cualquier caso se aconseja comenzar poco a poco con este tipo de entrenamientos, siempre disponiendo de un buen asesoramiento nutricional para llevarlo a cabo, realizarlo durante un tiempo y ver si realmente nos va bien o no.
Pulisa

2 comentarios:

  1. Angelo20:02

    Nosotros lo hacemos los domingos, Pulisa, y lo mejor es antes de salir tomar alguna fruta como platano o manzana, pero la razón de salir en ayunas muchas veces no es perder peso, sino una mera cuestión de tiempo. Si sales a las ocho para hacer un par de horas de entreno, el desayuno tendrás que hacerlo al menos cuarenta minutos antes, lo que significa que el madrugón es de aúpa y los hay muy flojos para levantarse.
    Eres el que más sabe del mundo, Pulisa.

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  2. Yo es que sin mi mollete con aceite y mi colacao no soy persona jeje

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