viernes, 23 de julio de 2010

Hidratarse


El agua es la sustancia más importante para la vida humana, aparte del oxígeno, por ello es necesario un buen aporte cada día para que nuestro organismo funcione adecuadamente. Esta sustancia representa entre el 50 y el 60% de nuestro peso corporal y en verano debe aumentarse su ingesta considerablemente para compensar la pérdida sufrida mediante la sudoración. Además el agua es el principal componente de la sangre, ya que ayuda a transportar los nutrientes y hacer que éstos lleguen a nuestros músculos, llevándose a su vez los productos de desecho como el dióxido de carbono y el ácido láctico, que son expulsados a través de la orina.

El agua lubrica las articulaciones, hace de amortiguador natural de órganos y tejidos y ablanda los alimentos para su adecuada digestión. Equilibrar la ingesta de agua y evitar su pérdida desmesurada es esencial para la supervivencia. A través de la orina se pierde un 60%, el 15% de la propia evaporación de la piel, un 5% por la propia respiración y el 20% restante de la sudoración, porcentaje que se eleva para los corredores. Alrededor del 60% de la ingesta de agua procede directamente de los líquidos que bebemos, el 10% se forma en las células por el metabolismo de los hidratos de carbono y el 40% que falta se aporta mediante los alimentos sólidos, especialmente de las frutas. 

Por este motivo, y sobre todo en este tiempo caluroso, no viene mal hidratarse, gracias a la abundante fruta que podemos encontrar en el mercado, como peras, uvas, ciruelas, piña, melones..., y sobre todo nuestras ricas sandías, con casi un 95% de agua. También son altamente recomendables los zumos variados de frutas, así como los batidos o helados, ya que al tiempo que cumplen con el cometido de hidratarnos, son una fuente de placer veraniego asegurado.

NOCTURNIS ONE. pulisa

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