Motivación

Una de las cosas que más nos deprime a los corredores de larga distancia es el repetir las rutas de entrenamiento, como es nuestro caso, que por razones de trabajo tenemos que entrenar por la noche y como es lógico por zona alumbrada. Cuando salimos  por la mañana nos ocurre algo parecido, al pasar siempre por las mismas pistas que aunque puedan ser bonitas también llegan a aburrir. Si salimos dirección Berruecos la larga pista desde  el velódromo es interminable, y peor aun si salimos desde la venta Tocino; y no digamos ya el regreso.

El Canino y yo en busca de nuevas sensaciones nos fuimos con el coche a Medina para empezar el entrenamiento desde allí. La cosa fue de lujo, para volver a repetir. Recorrimos el Corredor Verde Dos Bahías hasta San José del Malcocinado, donde procedimos a avituallarnos con un desayuno españó españó, con barra libre de tostadas por dos euros. El problema fue que la digestión en el camino de vuelta pasó factura, y no precisamente por la evacuación sino algo más técnico, la energía que necesita el estómago para digerir la morterada de tostada con manteca de primera calidad.

Paso a relatar someramente la jornada. Salida de Chiclana las 9 en punto dirección venta Candela, preparación previa a la carrera con untamiento  de vaselina por las partes más sensibles, no demasiado porque empieza uno a tener sensaciones extrañas... Nos ponemos el pañuelito, los manguitos nuevos y al ataque, buscamos el corredor junto a la venta el Carbón y tras unos metros de asfalto un sendero cerrado de matojos precioso  nos pone en dirección a Benalup. La ruta discurre por pistas cerca de la carretera pero muy bonita, con ganado suelto, puentes, riachuelos y vaqueros con porrón en mano dándonos ánimos, Nos pasamos un poco de largo de la venta Los Monteros donde estaba previsto el desayuno. Tras el km 17, de durísima subida, llegamos al 18, a 14 km por hora. Por la carretera, oliendo a café y tostadas llegamos al destino. Para el regreso tomamos un camino algo más corto por la zona urbana de las pedanías hasta enlazar de nuevo con el Corredor Verde. Ahora un poco más despacio regresamos hasta el  coche  y nos tomamos  dos merecidas cervezas en Venta Candela.

Creo que podemos repetir la experiencia, aunque yo propondría salir desde Chiclana y que alguien nos recogiera para no volver con el estómago lleno. Tambien podemos tomar los coches y buscar más rutas. Aqui fotos 

Ppnz