Las tiradas largas forman parte del entrenamiento habitual de ultrafondo, las cuales se llevan a cabo un día a la semana, normalmente el domingo, y con una duración de 2 a 3 horas. Son imprescindibles para el éxito de las pruebas de larga distancia y nos preparan física y mentalmente para soportar estos esfuerzos. Desde el punto de vista orgánico o puramente físico se ofrecen los 5 principales beneficios que pueden proporcionarnos:
1- Aumentan los capilares: los capilares son los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y el combustibles a los músculos, y eliminan los productos de desecho, como el dióxido de carbono.
2- Aumenta la mioglobina: este tipo de entrenamiento colabora en el aumento del contenido de mioglobina de las fibras musculares, por lo que puede llegar más cantidad de oxígeno a la mitocondria para producir energía.
3- Aumento de las mitocondrias: las mitocondrias son las fábricas de energía aeróbica en las células. Las tiradas largas contribuyen a aumentar el número y tamaño de las mitocondrias en las fibras musculares; con más mitocondrias, se puede producir más energía aeróbicamente, y mantener un ritmo más rápido por mas tiempo.
4- Aumentar la actividad de las enzimas aeróbicas: las enzimas en las mitocondrias aceleran la producción de energía aeróbica, por lo que también conserguiremos un aumento de la actividad de estas enzimas, lo que mejora la eficiencia de las mitocondrias.
5- Aumento del glucógeno: las tiradas largas ayudan a que nuestros músculos aprendan a almacenar más glucógeno (la forma en que almacenamos los hidratos de carbono que comemos). Al terminar el entrenamiento es normal que nuestras reservas se agoten, lo que estimula a los músculos a intentar almacenar una mayor cantidad para prevenir un agotamiento futuro.
Adaptado de: http://runfitners.com
Pulisa
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