Travesía por el Alto Genal

Igualeja - Parauta - Cartajima - Júzcar - Pujerra

Salimos de Chiclana a las 07,30 h. en dirección a Igualeja, inicio de la ruta, aunque previamente hicimos parada técnica para la obligada carga de carbohidratos (y algo más) en la magnífica venta "El Arenal" (Algodonales). A las 10,00 estábamos en el nacimiento del río Genal, ya en Igualeja, aunque empleamos un poco más de tiempo en dejar uno de los coches en Pujerra, fin de nuestra travesía. Una vez concluida la logística iniciamos la marcha cuesta arriba y sin anestesia hacia la calle "La Tetona" desde donde se inicia la ruta. Comenzamos a ascender por senderos serpenteantes plagados de castaños hasta llegar al primer pueblo: Parauta. En la coqueta plaza del pueblo vimos una casa antiquísima en venta, donde su propietaria nos invitó a conocer su interior y pudimos comprobar que tenía máquinas de coser del siglo XIX y una colección de libros aún más antiguos, según sus propias palabras. Tras tomar unas cervezas en un bar cercano, con ambiente entre flamenco y night-club, seguimos la marcha hacia el siguiente pueblo. Comenzamos esta vez a bajar hacia un valle precioso, colmado de castaños, nogales, madroños, caquis...; y tras atravesar un arroyo y un bosque galería espectacular, comenzamos una nueva subida bastante larga y empinada para llegar a Cartajima. Tras recorrer las calles del pueblo dimos con el bar "Casa Amalia", de donde salimos despavoridos ante la ausencia total de un mínimo de simpatía de su propietario (¡qué tío más "esaborío"!); lo único positivo fue la tapa de Amanita caesarea que nos puso, menos mal. Tras este paréntesis continuamos a paso vivo hacia nuestra próxima parada, Júzcar, donde teníamos previsto comer algo, cosa que hicimos en la buena mesa del "Bar Torricheli", antítesis del anterior, con un camarero muy simpático, atento y una cocina sin queja alguna. Buena cuenta dieron dos de nosotros del filete de ternera relleno de setas, porque eran los únicos que quedaban, en un bar que siempre que hemos ido hemos encontrado hasta la bandera (por algo será).

 

Una vez bien comidos y bien bebidos, dirigimos nuestros pasos hacia el último pueblo de la lista, aunque pudimos comprobar con tristeza que la pista forestal que unía Júzcar con Pujerra ha sido convertida en carretera asfaltada, perdiendo todo su encanto original. Por este motivo nos estamos planteando buscar en futuras ediciones un camino alternativo que evite esta metedura de pata de la civilización mal entendida (una carretera para cuatro coches...). Al llegar al punto más bajo de la carretera, una vez atravesado el río, iniciamos una subida por un sendero estrecho y bastante bonito, que se va haciendo cada vez más empinado y duro, hasta llegar a un estupendo mirador, desde donde se puede contemplar la belleza del entorno y algunos de los pueblos recorridos. El punto culminante de la excursión fue encontrarnos a Pujerra en fiestas, con una carpa gigante y una orquesta musical que nos recibió a ritmo de pasodoble. Allí, para nuestra sorpresa, nos encontramos con algunos amigos de Chiclana, con quienes compartimos unas cervezas y unas fotos. Allí fue donde unos de los nuestros se prendó de una bella mujer llena de paz, ¿o fue al revés? (continuará...). Así terminamos nuestra travesía al filo de las 18,00 horas, con muy buenas sensaciones a pesar de los kilómetros recorridos y las constantes cuestas que tuvimos que superar.

NOCTURNIS ONE. pulisa