Hoy me he levantado con miedo en el cuerpo. Esta tarde un grupo de arrojados valientes piensa acometer la ruta completa del Ultratrail Sierra de los Bandoleros y ello me ha recordado que estamos a tan solo 4 semanas de tan crucial acontecimiento. Uno ya ha superado la maratón más de una vez, ha disputado varias travesías de resistencia, participado en los 101 km de Ronda, Homenaje a la Legión, Turdetania, Jarapalos..., pero esto es diferente. De hecho puede ser una mezcla de todo ello, o justo lo contrario. Me siento preparado y con fuerzas, llevo un montón de kilómetros en el cuerpo y horas de entrenamiento, y se que en este tiempo que nos queda vamos a culminar nuestro entreno, incluyendo alguna visita más a la montaña, pero no puedo evitar sentir temor hacia lo desconocido. Desconocido por cuanto voy a traspasar la barrera de los 101 km, pero también porque se acumulará un desnivel de casi 11.000 m, tendré que correr casi un 60% del tiempo de noche, y luchar contra el frío, la humedad, el barro, el sueño, los elementos... Depende del momento me veo como un valiente de las Termópilas o como un caracol atravesando una autovía; me veo triunfal y laureado sobre un podio con grupo de fans coreando mi nombre o como un camaleón mimetizado en el bosque para pasar desapercibido. No es realmente miedo, es respeto; mucho respeto, pero deseoso de que llegue el día y comprobar, como dice mi amigo Fali Coleta, que el cuerpo no tiene límites y que si la mente convence a tu cuerpo éste será capaz de realizar hazañas inimaginables. Esperemos que así sea.
Pulisa
Buen artículo PUlisa
ResponderEliminarBueno pues a trabajar la mente lo mismo que hacemos con el cuerpo.
ResponderEliminarMe uno al comentario de Ppnz. Pulisa, creo que todos estamos pasando por ello. Como dice Boticario no queda otra que a entrenar e ir lo mejor preparado, solo así podremos disfrutar de la prueba y del bello entorno.
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