lunes, 20 de diciembre de 2010

Mi crónica de la media

Nuestro cronista oficial de las experiencias nocturnis es pulisa pero yo quiero poner algo personal sobre la media de Sevilla-Los Palacios.

Mi primera sensación fue de un colocón, a punto de pato, en el autobús que nos llevó a Sevilla. Creo que para amortizar los 2 € la chica conductora nos dio una vuelta turística por todos los recintos industriales y todas las rotondas de los alrededores de Sevilla. Cuando todavía no estaba recuperado del todo la siguiente sensación fue de terror absoluto cuando me percaté que el famoso cabezón estaba controlando el tema de la entraga de dorsales. Inmediatamente vi como el susodicho pedía toda clase de papeles e indentificación a todo el mundo. Comencé a buscar por todos los bolsillos mi documentación, creo que lo llevaba todo; incluí una partida de nacimiento, un certificado de buena conducta y autorización de mi mujer para participar en la prueba. Creo que palidecí cuando pensé que no llevaba alguna póliza o sello de correos, pues ya dudaba de todo. Sin llamar mucho la atención, y pasando desapercibido, me acerqué a la mesa donde se supone estaba mi dorsal, allí donde ponia de la M a la O; así que hice mi cálculo por si acaso y me aseguré que hasta hoy la N de Núñez está incluida en el intervalo. Sin alzar la voz, y educadamente, le dije al chico de la mesa que por favor mirara si entre sus documentos estaba mi dorsal. Entregué mi documento bancario, mi  DNI, preparé mi carpeta con el resto de documentos, por si acaso, cuando de repente me dice que su mesa era para la M y la O; de reojo vi como el cabeza de las patillas se acercaba, creo que me mareaba. Mientras pensaba  para mis adentros: "COJONES, QUE LA N ESTÁ EN MEDIO"; el instinto me hizo reaccionar antes de que llegara el simpático y le dije al chico muy suavemente, -¿podría usted volver a comprobar que mi apellido cuya inicial se encuentra incluida entre la m y la o está en su lista?- en ese momento apareció mi dorsal y al entregármelo sentí un alivio que me hizo revivir.

La historia de la carrera en sí la pondrá pulisa, lo que sí quiero reflexionar sobre una circunstancia que se me repite en esta carrera todos los años, y es que en los úlltimos kilómetros pierdo dos minutos. Mentalizando el recorrido descubro la causa: al comenzar el circuito urbano una chica morenaza con gafas de sol aplaudiendo a mi derecha, más adelante grupo de chicas con falditas cortas y botas altas gritando y animando, luego señorita superarreglada y de peluqueria reciente controla a unos niños para que no se mentan en la pista, en el km 19,5 rubia con abrigo de piel, unos metros más allá puretilla perfecta, y así una tras otra hasta que en los últimos metros medio mareado veo que llegan los arcos de la meta, entonces pulisa me toca el hombro y me hace recobrar la conciencia, -"¿Cojones que te pasa?"- y entramos ya en meta con los dos minutos de costumbre perdidos.

Y esta es la crónica de mi experiencia en Los Palacios, y es que no hay remedio, que las mujeres de esta población son una perdición para los atletas.

NOCTURNIS TRHEE. ppnz

1 comentario:

  1. Pedro19:50

    Menos mal que ayer no llovió porque visto lo visto estos días por Sevilla jugais a un partido de waterpolo.

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