VII Homenaje a los 101 km de Ronda: entera..., y un buen pedazo más.

Si, si, tal y como os cuento; que nadie me malinterprete. Y es que , no en vano, en las últimas participaciones de Nocturnis la organización ha fallado al medir la distancia. En concreto en el Homenaje lo habitual eran 43 Km., distancia que se acerca a la maratón, pero en esta del presente año oficialmente eran 45,5 Km., y el comentario generalizado de los participantes que llevaban GPS era que andaba sobre los 47 Km. Todo ello añadido a la dureza de la prueba, auténtico rompe-piernas con continuas subidas y bajadas, hizo que los tiempos se dispararan en relación a otras ediciones. Por este motivo no se pueden efectuar comparativas, ya que realmente, tal como avisó la organización, todo había cambiado: recorrido y distancia. Para los que estamos preparando los 101 Km. creo que nos vino bien; me explico, durante la prueba dosificamos en función a la distancia, y cuando te ponen un pedazo más terminas tocado mentalmente, cosa que también debemos entrenar.

La jornada comenzó con el consiguiente madrugón de rigor, con cambio de horario incluido. Luego la sorpresa fue que llovía, cosa que no entraba en los planes, aunque finalmente cayeron cuatro gotas y no dificultó mucho el viaje. Una vez en Ronda, recogida del dorsal y a esperar la salida; mientras tanto, a disfrutar del buen ambiente que rodea la prueba. He de decir que la numerosa presencia de participación femenina hacia más amena la espera en el cajón de salida, todas muy puestas con su indumentaria deportiva y esos cuerpos en la que la ausencia de grasas es la nota predominante, esculpidos a base de someterlos a muchos kilómetros.

Una vez dado el pistoletazo, justo en la Plaza de Toros, giramos por la céntrica calle La Bola, que se encontraba "empetá" de público animando al personal. Estuvimos recorriendo diversas calles de la serrana ciudad y luego nos dirigimos en dirección a la vecina localidad de Arriate. Prácticamente era el recorrido de los 101, salvando la entrada hacia el campo de maniobras y el circuito, que no lo hicimos. Una vez pasado Arriate nos esperaba una gran subida, que ya auguraba por el perfil, pero desconocida porque no la había hecho anteriormente: dura, dura de verdad. Al final de la subida empezamos a coger a los ciclistas más rezagados –ellos hacían 63 Km.-. Luego bajamos por la cuesta de los cochinos, al contrario de los 101 que la hacemos subiendo, para darle un poco a los cuadriceps; seguimos camino del Cuartel, y una vez allí tomamos dirección hacia Ronda para hacernos subir por la Cuesta del Cachondeo. Finalizada ésta, y cuando todos olíamos los filetes que nos esperaban en la meta...¡sorpresa! nos desvían, bajamos otra vez la Ciudad y nos hacen subir nuevamente por la zona de los baños árabes. El personal, que estaba ya tocado físicamente, este último cambio lo destrozó psicológicamente. Menos mal que teníamos una cálida acogida de público en Ronda y finalmente pudimos degustar el bocadillo de filete recién sacado de la cocina que minutos antes habíamos husmeado.

El recorrido del VII Homenaje ha sido una dura prueba como preparación, y aún siendo la Serranía de Ronda esplendida en todo su contorno, la de años anteriores me gustaron más. En esta edición he echado de menos el paso por Benaoján o la subida hacia Montejaque por esas escarpadas montañas, dejando abajo la Cueva del Gato, bello paraje donde los haya. Como dije anteriormente la meteorología nos acompañó, hizo un día soleado con temperatura ideal y ligero viento fresquito. Como conclusión decir que me siento bastante contento por cómo ha transcurrido todo, a pesar de los inconvenientes. Me despedí de Ronda, pero hasta muy pronto, pues el próximo día 7 de Mayo nos esperan los 101 Km. en su totalidad. Ahora toca recuperarse y a seguir en la brecha.

Pedro Nocturnis