Carreras por montaña

Para entrenar carreras de montaña lo ideal sería tener cerca zonas donde practicar de manera específica, lo cual no siempre es factible.  Por este motivo los corredores con afán de montañeros vamos buscando zonas de tierra, carriles, cuestas..., es decir lugares y situaciones que imitan las condiciones que podemos encontrar en la montaña. A principios de temporada el clásico entrenamiento en asfalto nos puede venir bien, aunque nunca está de más fortalecer piernas en un gimnasio con algún ejercicio complementario, ya que unos cuadriceps trabajados nos garantizan una subida potente y una bajada cómoda. Por otra parte, andar o marchar rápido por la montaña será el mejor complemento para nuestro entrenamiento, por lo que debemos acudir al menos una vez al mes a la montaña para realizar entrenamiento específico. Buscaremos grandes pendientes, donde practiquemos tanto las subidas exigentes como las bajadas técnicas y rápidas. Aquí, a pesar de todo, tenemos la suerte de tener la sierra bastante cerca y accesible, por lo que no tenemos excusa para entrenarnos debidamente. Si no lo hacemos bien, luego vienen los problemas. Además se acompañan los siguientes consejos:

1. Come y bebe durante la carrera o entrenamiento, no esperes a tener hambre y sed.
2. Nunca subestimes una carrera por montaña, debes estar seguro de mantener una buena condición física y arriesgar lo justo.
3. Olvídate del ritmo por kilómetro, aquí todo es diferente.
4. En una competición de este tipo es normal encontrar tramos donde no se puede correr; aprovecha para subir andando y así recuperarás.
5. Las zapatillas son tu seguro de vida. Tienes que sentirte cómodo y la suela debe tener agarre, que te proporcione seguridad 
6. No olvides el resto del vestuario y complementos, como cortavientos, gorra, buff, gafas de sol...

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