lunes, 20 de junio de 2011

Ultrafondistas

Se puede asegurar que todos los ultrafondistas provenimos con anterioridad de realizar carreras cortas y que luego, a través del tiempo, hemos ido alargando al comprobar que nos apasionaba este deporte. Las distancias ya no suponían un obstáculo, sino una meta, un objetivo, una superación personal…
 

No hay duda que 100 km. son muchos kilómetros, quizás demasiados. Desde fuera parece algo inútil; entonces ¿qué es lo que nos mueve para hacer semejante “locura”? Resulta algo inexplicable de responder, y no se puede ver con los ojos porque corresponde a los sentimientos. En esas distancias no hay rivales, competimos contra nosotros mismos. Los ultrafondistas se han hecho fuerte acostumbrados al sufrimiento como parte de su cuerpo y la satisfacción de acabar una carrera de esas características es la recompensa más grande que un atleta puede sentir. Sería algo así como la metáfora de la vida en la que tienes que continuar a pesar de las dificultades, no te puedes quedar, debes seguir luchando, sufriendo para llegar. Los niveles de autoestima llegan a cotas muy altas, lo que permite enfrentarse a otros difíciles retos con la confianza de haber superado ese duro escollo.
Perico

1 comentario:

  1. mucha verdad Pedro, las ganas que tenemos de hacer grandes carreras, y lo bien que nos sentimos al terminarlas.

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