Trote cochinero

En la presente entrada quiero hacer mención a esta expresión -de difícil equivalencia en otros idiomas-, como manera también de hacer ejercicio; y lo digo así porque lo que es correr, correr, no lo es; como tampoco es andar... Digamos que se trata de una mezcla muy rara, sin llegar a ser marcha, pudiendo considerarse como una iniciación a la carrera.

La característica principal consiste básicamente en correr sin levantar  los pies del suelo, casi rozándo el piso, siendo acompasado con movimientos de los brazos. La velocidad raya el ridículo en carreras cortas, siendo superior a 6 m/km, por lo que es muy común ir acompañado por el coche escoba. No obstante estos sujetos siempre terminan la carrera y se llevan más aplausos y ánimos por parte de los seguidores que la mayoría de los otros corredores. Salir a este ritmo está científicamente comprobado que es un gran arma contra los temidos “michelines”, así como para atacar a la "barriga cervecera", por tanto está especialmente indicado para los que ya hemos rebasado la barrera de los cuarenta.

A modo de conclusión debo decir que hay que tener cuidado con ciertas personas que utilizan este ritmo, pues a veces nos engañan y resultan ser autenticos “lobos con piel de cordero”, devoradores de kilómetros que comen la moral al más pintao, pues de ello tiene experiencia nuestro compañero pulisa en el último Homenaje a la Legión, en Ronda. A veces en la vida real se cumple la fábula de la liebre y la tortuga...

Pedro Nocturnis