martes, 31 de enero de 2012

Elegir bien la talla

En la salida larga que realizamos el pasado domingo, hablando de todo un poco, salió el tema de la elección del calzado deportivo. En ese caso es fácil que prestemos más atención a aspectos como el tipo adecuado a la actividad a realizar (running, training, trail, etc.), a la pisada (pronador, supinador, neutro), a los precios, la estética, etc. Sin embargo, no solemos detenernos demasiado en la elección de la talla, siendo un detalle básico que no lo tenemos lo suficientemente en cuenta. El hecho de elegir la zapatilla que mejor nos venga a nuestras condiciones de nada nos servirá si no hemos elegido la talla adecuada.

Ya sabemos que unas zapatillas demasiado pequeñas o de un número mayor pueden perjudicarnos. Por ello, una vez bien calzada y abrochada, a fin de evitar rozaduras, la primera consideración que debemos tener en cuenta es que entre la punta de la zapatilla y el dedo más sobresaliente del pie debe caber el dedo meñique de la mano. Con ello dejaremos un margen para que el pie pueda realizar la acción correctamente. También tendremos que tener en cuenta el tipo de calcetines que vamos a usar: finos, gruesos...; incluso hay que se los ponen dobles. Otro factor a tener en cuenta es que todos aquellos atletas que realizan grandes distancias -maratones, trail, ultra- terminan con problemas en los pies, ya que éstos suelen dilatarse durante la prueba. Todo esto puede que varíe la talla, no resultando fácil su elección. Ante todo debemos sentirnos cómodos, ponernos de pie y andar un poco para ver qué tal estamos, e incluso trotar levemente. De todos modos algún que otro ha pagado la novatada y alguna que otra uña se ha perdido en el camino.

Perico

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