jueves, 2 de mayo de 2013

Mi primera experiencia cientunera

Ahora en mayo se va a cumplir el X aniversario de mi primera participación en los 101 Km. de Ronda. Sigo manteniendo lo recuerdos de la experiencia vivida. A pesar de haberme informado sobre la prueba, cometí errores de novato que luego en posteriores ediciones pude corregir.

Venia de realizar mis primeros dos maratones el año anterior, como no me fue mal la experiencia, subí el listón y probé intentar superar la distancia de los 100 Km, tomándomelo como un reto personal. Fue un día de mucho calor, algo parecido a lo del año pasado, colándose una masa de aire cálido que hizo que el termómetro se disparara desde muy pronto. Al llegar al tramo entre las 2 y 4 de la tarde el campo ardía como si fuera un infierno. Para colmo no llevaba portabidón y mi hidratación consistió en beber en cada avituallamiento (+/- cada 5 Km): primer error. Tampoco comía, pasando los avituallamientos uno tras otro sin apenas probar bocado: segundo error. Por si no fueran suficientes errores corría y trotaba sin apenas parar: cuarto error. Así, cuando dejaba Torrealhámique e iba camino de Setenil me empezaron a entrar calambres en las piernas y para colmo nos metieron una cuesta muy larga y sin sombra donde cobijarte (el recorrido era distinto a los últimos que se vienen realizando). Cuando llegué a Setenil me entró una “pájara” gorda que me obligó a tumbarme durante un buen tiempo, calculo que sobre cerca de media hora o más, y encima la fatiga me impedía comer algo sólido. Durante ese tiempo me veía más tiempo fuera que dentro de la prueba. Poco a poco me reincorpore, probé bocado a pequeñas porciones y me fui recuperando. Con todo y con ello en más o menos una hora llegué en Setenil.

Pude continuar, pero ya no podía ni tan siquiera trotar; se me montaba cualquier músculo de las piernas, así que tocaba sufrir. A partir de ahí todo a patita sin saber hasta dónde podía llegar y poder concluir la prueba. Al caer la noche, la luna llena nos iluminaba el camino y en algunos tramos no hubo ni necesidad de usar el frontal. A partir del Cuartel el camino era en sentido inverso al actual, es decir dirección Benaoján hasta Montejaque, luego la Ermita y para Ronda. Recuerdo que había una Verbena en Montejaque. Se oía perfectamente una orquesta muy marchosa, pero el físico no estaba para mucha fiesta, así que me la pasé de largo. Me habían hablado de la dureza de subir hasta la ermita, pero pasé sin darme cuenta, más por cansancio que por otra cosa y deseando llegar a Ronda que la tenía a la vista pero nunca parecía llegar. Finalmente pude concluir efectuando un tiempo de 17,30 h,  con muchos contraluces: por un lado feliz, por la gesta conseguida y subidón de autoestima; por otro, muy fatigado y con la sensación que no tener muy seguro si iba a volver a repetir. Pero ya estaba infectado del virus cientunero y vinieron cuatro ediciones más en años posteriores.

P.D. Valga esta crónica para aquellos que nos visitan y vayan a realizar por vez primera la edición de este año de los 101 Km de Ronda. Espero que no cometan los mismos errores.

Perico

1 comentario:

  1. Mi primer Ronda. No fui por lesión por sobrecarga de entrenamiento. Siguiente año fui con fascitis plantar, mi error garrafal, jartarme de isotónica, en las cuestas de Arriate calambres, pero terminé.Eso fue el principio de muchas carreras de ultratrail. Mi último Ronda 14 horas y décimo en mi categoria.

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