miércoles, 22 de mayo de 2013

Ultra Trail da Serra de São Mamede

Allí donde Viriato le dio la del pulpo a los romanos durante una pila de años, allí donde las legiones descubrieron eso de que correr es de cobardes, allí en las sierras lusitanas estuvimos los Nocturnis el sábado a las cero horas, dispuestos a otra gesta más de nuestro prestigioso Club. Fueron 100 kms de cuestas, senderos, veredas, piedras, ríos y fango. Pensábamos que la carrera era un poco más dura que la de Ronda, pero… ¡cuan equivocados estábamos! Los desniveles, las subidas y bajadas continuas sin llaneo por medio, el terreno, los obstáculos, los vadeos de los ríos…, en fin, una dificultad detrás de otra. Íbamos algo confiados: mediados de mayo, primavera, camisetas fresquitas, mallas cortas, gorritas para el sol… Pero la previsión iba de mal en peor. Ya en el coche agua y más agua, y cuando llegamos un nuevo enemigo, el viento helado.

Primeras impresiones: buena acogida portuguesa, el estadio fácil de encontrar, recogida de dorsales rápida, bolsa del corredor con camiseta conmemorativa talla perfecta, menos la de Pulisa XXL, para no perder la costumbre. Buen alojamiento y cena típica con Pernil do porco (cerdo) y cerveza Sagres, muy rica por cierto. El partido del Real Madrid, regular.

Salida: Ambientazo, un frío de muerte, muchos paisanos. Doce de la noche portuguesa, una de la mañana española, cielo cerrado, oscuridad total.

Carrera: Los primeros 30 km de arte, bueno de helarte, que viento más cortante. Sube, sube, sube hasta el punto más alto del recorrido en las antenas del cerro. En la cima no se podía aguantar cinco minutos parado sin sufrir una tiritera. Pensamos que ya había pasado los peor de la carrera, ja…ja…ja… La bajada posterior de vértigo y sin pilas en los frontales, no había “de eso mismo” para cambiarlas sin congelarte. Comienza a amanecer y se nos muestra un precioso paisaje portugués: ríos, vegetación abundante, flores, helechos de más de un metro de altura a ambos lados de las estrechas veredas, pantanos, pueblos medievales, castillos, conventos; todo un lujo de recorrido. Durante el camino: organización, señalización y avituallamientos perfectos, con líquidos, dulces, salados, energéticos, y además; embutidos, quesos, filetitos, pizzas… ¡que no falte de ná! Un diez.

Los nocturnis salimos en un pelotón durante los primeros kilómetros, pero en las primeras pendientes de calidad Romorgo y Bombero deciden andar. Mucho frío. Nos mojamos los pies en los primeros ríos. Pulisa, Lolo y Ppnz continúan juntos hasta el km 60. Subida apoteósica a las murallas de Malvao por la calzada romana. Antes nos mojamos los pies otra vez. Mucho frío. Tras un reponedor caldito, o dos calditos y diez cachos de carne de membrillo de Pulisa, éste decide regular un poco y tomarse los avituallamientos con más tranquilidad. Otro río, nos mojamos los pies, que fríoooo. De pronto el cielo negro, truenos lejanos y comienza la granizada del siglo, granizos como garbanzos, parecía que nos tiraban encima un camión de grava, o que los honderos baleares que habitualmente acompañaban a las legiones romanas atacaban a los guerreros lusitanos a pedradas.
La carrera había puesto a cada uno en su sitio, nos acompañaban a ratos unos portugueses que corrían a pelo como en verano y un grupo de Pretorianos de Tomares marcando el paso y dignificando la envidiada coraza. Durante todo el recorrido salto de obstáculos, muros de piedras, vallas, cancelas, cuerdas de escalada, una gimkhana a mala leche. A pocos kms de la meta una escalera interminable en bajada (300 escalones) hace que los cuadriceps den hasta “bocaos”. Por último los 5 kms finales un martirio: carretera y pista sin dirección determinada, carriles de suburbio urbano feísimos, vadeo de caños de agua sucia y basura, lo que tenía que haber evitado la organización pues deslucía una carrera impecable. Por fin el estadio y la meta. Vuelta a las pista interminable. Brazos arriba y medallón de corcho como trofeo. Esperamos a los compis que sabíamos que llegaban seguro un poco más tarde, y el merecido descanso (algunos echando la cabezada sentado en el suelo).

Sensaciones: Frío, recorrido precioso, organización perfecta y sobre todo mucho más dura de lo esperado. Todos los NOCTURNIS llegamos bien, enteros y fuertes como era de esperar: un equipo de élite.  

Ppnz

5 comentarios:

  1. Ppnz, me quito el sombrero con tu crónica. No solo la describes al detalle sin olvidarte de nada, sino que al leerla he disfrutado como un "porco" en un charco. Enhorabuena.

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  2. Enhorabuena por parte de Club Aligators, sois el espejo donde nos miramos. Me alegro que todo os haya salido bien y que no os hayais lesionado un saludo caimanero.

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  3. Perico1:24

    Otra más para la buchaca. El curriculum va engordando. Enhorabuena a todos y ahora toca recuperar bien.

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  4. Anónimo8:28

    ROMORGO DICE:Como dice Perico, una más para la buchaca. Ha sido una experiencia magnifica y dura, quizás más de lo que esperaba, pero como casi siempre que el Nocturnis acude a una gran prueba, la climatología fue adversa, pero también la superamos, asi que a ir pensando en otro ultra. La crónica de Ppnz, magnifica y descriptiva como siempre.

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  5. angelo23:37

    Angelo dice: buena crónica. Otra pa la buchaca.Dura de verdad. Romorgo tiene un arte saltando vallas, tendría los cuádriceps como piedras.

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