jueves, 24 de abril de 2014

Madeira Island Ultra Trail

Son las doce de la noche del viernes 11 de abril cuando suena la sirena. Puede parecer que es una de tantas carreras que ya llevamos encima, pero con el paso de los kilómetros y el tiempo nos vamos a dar cuenta que va a ser difícil superar en belleza y dureza; pero no nos adelantemos...

En esta historia participan dos corredores nocturnis (Boticario y Ppnz) y dos agregados (Depepe y Patxi). Mas que una carrera, se podría decir que ha sido la historia de cómo el cuerpo es capaz de estar casi cuatro días sin dormir, porque la aventura empieza un jueves a las 19:30 horas que salimos hacia Cádiz a recoger a Depepe, y de aquí partir hacia Lisboa, donde cogeríamos el vuelo de las siete de la mañana del viernes. Por el camino hemos quedado en Sevilla con Patxi, para que se incorpore y venga con nosotros en el coche. Viaje tranquilo y animado, contando cada uno sus batallitas. Cuando llegamos a Lisboa, dejamos el coche según lo convenido y una furgoneta nos deja en la puerta del aeropuerto; son las dos de la madrugada. Antes de darnos cuenta la furgoneta se ha largado y el aeropuerto cerrado hasta las cuatro, por lo que tenemos que estar esperando a que abra durante un buen rato y con un frio bastante incomodo. El vuelo lo aprovechamos para dormir, así que caen las dos primeras horas de sueño mientras que dura el viaje. Cuando nos vamos acercando, desde el aire nos damos cuenta de la belleza extrema de la isla, así como sus picos con inclinaciones de vértigo.


Desde el aeropuerto al hotel, con el pensamiento de ir a recoger los dorsales. En recepción nos dicen que es un paseito, pues bien, el paseíto de casi siete kilómetros para las piernas. Resolvemos todos los trámites y buscamos una pizzería para ponernos a tono. Comemos excelentemente y vuelta en taxi hasta el hotel, porque nos merecemos una buena siesta. Mi gozo en un pozo, porque debido a los nervios, lo que iba a ser una siesta en condiciones resulta ser una cabezada de apenas una hora, porque Ppnz y Depepe están de los nervios y prácticamente a las seis están ya preparados y vestidos de romano para el ataque. Pues nada, al lio, nos vestimos, ultimamos todos los detalles y en dirección a tomar el autobús con dirección a la línea de salida. La verdad que cuanto más se acerca el momento de salir, vamos disfrutando, y aunque parezca mentira, relajados. La espera la echamos charlando con otros compañeros, compartiendo con otros locos de Cádiz, y por supuesto con nuestros compis dispuestos en primera línea de salida para obtener su minuto de gloria en todas las televisiones saliendo junto a los máquinas; ole, ole y ole!!

La salida puntual a las doce de la noche del viernes. Enseguida pendiente espectacular y a empezar a tener paciencia, vamos juntos, cómodos, sabiendo lo que nos queda. La noche es cerrada, pero podemos intuir el paisaje que estamos atravesando por la espesura de la vegetación. Incluso pensamos que en cualquier instante nos saldrá algún dinosaurio. Las horas pasan, y al final de la noche y comienzo del amanecer sufrimos la que a la postre nos parecerá la subida más dura de todas. Llegamos justos de tiempo al primer punto de corte, pero con bastante ánimo por el amanecer del nuevo día. Lo que vendrá en las siguientes horas de luz, será indescriptible, por su belleza, por el disfrute que nos supuso. Selva, picos imposibles, vegetación espectacular, túneles, escalones, escalones, escalones, escalones, qué de escalones. Me resulta imposible comentarlo todo, aunque lo recuerdo nítidamente. Muchísimas sensaciones, todas buenas, compartiendo a veces con Naxete de Los Barrios, otras con Salvador de Toledo, otras con un Valenciano, que nuestro Ppnz estaba dándole consejos sobre cómo afrontar pruebas de este tipo, y resulta que el tío tiene en su haber ocho picos de más de ocho mil metros (Everest, entre ellos), lo que nos dio para muchos kilómetros de risas.

El comienzo de la segunda noche se nos hace un poco pesado, pero pensando que ya hemos pasado lo más duro y que lo que tenemos que pensar es en tener cuidado en las bajadas, tan peligrosas, y no lesionarnos. Pasamos nuestros momentos de sueño, yo esta vez sin alucinaciones, pero Ppnz con varias, de las que nos reímos pero bien. Tenemos nuestro momento de bajón, por culpa de la tormenta que nos está descargando y un poquito de nervios, debido a que pensábamos que nos habíamos perdido.La última parte, por supuesto, no podía ser de otra manera, nos espera una sorpresa disfrazada de bajada con peligrosidad extrema, por la combinación de agua y barro, llegando a bajar de culo, como si fuese un tobogán, por temer despeñarnos en cualquier momento. Luego una subida interminable, hasta un punto geodésico, que estaba según Ppnz cerca del cielo (jajaja). De nuevo bajada por un camino infernal de barro y rocas, pero sabiéndonos que ya lo habíamos conseguido.

La entrada apoteósica para nosotros, por resultar el logro conseguido de mérito. Ya tenemos otra en la mochila, seguimos creciendo y pensando en la siguiente. Pasan diez minutos de las siete de la mañana del domingo y nuestro orgullo ha crecido en igual medida que el logro que acabamos de realizar. La vuelta, pues a esperar vuelos, coger coche, seguir sin dormir, para al final meternos en la cama a las siete de la mañana del lunes. En estos días que han pasado desde que hemos terminado, hemos charlado varias veces Ppnz y un servidor, y según pasa el tiempo más contento estamos de lo realizado y de la belleza del entorno que nos hemos encontrado esta vez. Será difícil superar esta prueba, lo hemos pasado bien, antes, durante y después de la carrerita. Los paisajes nos han impresionado en igual medida que cuando estuvimos en Chamonix.

Para terminar solo decir que su dureza está a la altura de su belleza, por lo que recomendable asumiendo que su conquista no será fácil. Pero, no se ha escrito nada de ningún cobarde. Ver aquí algunas fotos.

Boticario

3 comentarios:

  1. Magnífica crónica que resume perfectamente en dos palabras lo que ha debido ser la prueba: belleza y dureza. Enhorabuena.

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  2. Anónimo14:14

    ROMORGO DICE: Enhorabuena a los que habeis estado alli, ufff los dientes largos al leer la crónica, me hubiese gustado acompañaros, pero ya sabeis el tema de las lesiones no me dejan tranquilo. BOTI y PPNZ SOIS GRANDES!!!!!!! Y REITERO MI ENHORABUENA.

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  3. Perico0:28

    La prueba es muy dura y si encima le añadimos el cansancio y sueño del viaje, pues yo creo que os merecéis un gran reconocimiento. Enhorabuena

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