sábado, 9 de octubre de 2010

Una carrera a la medida de Nocturnis

A las seis de la tarde ya estábamos en Sevilla para el cafelito y la carga de carbohidratos en la pastelería “La Campana”. Tras indispensable requisito nos dispusimos a dar una vuelta por el centro de la capital andaluza, observando gran ambiente y calles bulliciosas, donde pudimos adquirir los necesarios imperdibles para el dorsal en un refino muy refinado. Sin perder más tiempo  pusimos rumbo al estadio olímpico de “La Cartuja”, lugar donde terminaría la prueba y por tanto teníamos que dejar los coches, comprobando que aunque faltaban casi dos horas ya se encontraba, como suele decirse, “empetado” de gente y con un ambiente insuperable. Pero aún faltaba esperar que se incorporase canino, que apareció ya casi en el límite de tiempo y a torso descubierto (no perderse esta estampa irrepetible), pues nosotros teníamos las camisetas nuevas de Nocturnis. Tras las fotos de rigor comenzamos a trotar suave para dirigirnos a la salida, comprobando que casi 20.000 personas, según la organización, nos encontrábamos allí agolpados y nerviosos por iniciar la carrera con más ambiente de cuantas he conocido.



Desde que se dio la salida no paramos de adelantar a corredores, haciéndonos hueco como podíamos para no perder la cohesión del grupo de los nocturnis y disfrutando de un gran ambiente, con gente disfrazada y muchos grupos con ganas de divertirse y disputar, más que una carrera de competición, una velada lúdico-festiva difícil de igualar. Al llegar al kilómetro ocho, de los doce totales, se descolgó del grupo el cuñado de canino, pues es la primera carrera “larga” que hacía. Sin embargo el resto ya pudimos apretar un poco, momento que aprovechamos para agruparnos y dirigirnos en bloque y a buen ritmo hasta la línea de meta. La entrada en el estadio fue apoteósica, con un gran estruendo del público cuando nos vieron entrar todos de la mano y en hilera, ocupando todo el tartán. El objetivo se había cumplido y sólo quedaba beber alguna cerveza y recoger la bolsa de regalos, con una camiseta técnica bastante decente y una medalla conmemorativa. De nuevo fuimos hacia el coche, momento en el que comenzó a llover levemente, para reponer fuerzas con unos bocatas de jamón, cortesía de romorgo, y esperar al cuñado del canino que se confundió y en lugar de dirigirse al parking nos esperaba en el túnel sur del estadio. Sobre las 00:30 h. y con una lluvia persistente salimos de Sevilla en dirección a Chiclana, donde llegamos al filo de las 02:30 h. con la prisa de “dormir ligero”, sobre todo los que al día siguiente tenían obligaciones laborales. La nocturna de Sevilla es todo un clásico al cual no acudíamos desde hace al menos dos temporadas, pero que en esta nueva edición nos hemos dado cuenta que no ha perdido su espíritu festivo ni su increíble ambiente, por lo cual esperamos repetir en futuras ediciones. También aprovecho desde aquí para felicitar a la impecable organización, pues estamos hablando de un evento que moviliza a muchas personas y donde a pesar de todo no ha habido que destacar ningún fallo reseñable, lo cual ya es un éxito rotundo; enhorabuena. Ver aquí todas las fotos.

Administrador del blog

4 comentarios:

  1. no dices nada de la calidad de los bocadillos, ni de la categoria de los dulces. ni del carajote que se quedaba dormio conduciendo.
    eso si las fotos muy buenas, la del canino pa revistas de "runin"

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  2. Guido Carmona11:55

    Muy buenas las fotos, un excelente trabajo del reportero de guerra, aunque faltan los videos en las fotos ya se aprecia el ambiente festivo, ha sido todo un evento me alegro de haber participado junto a vosotros, un saludo

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  3. Ya sabes, únete a nocturnis Guido.

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  4. Pedro18:51

    No, no era un macrobotellón estudiantil. Era una cita con el deporte, una carrera a pie. Me cachis en la mar.... que de gente. Aunque alguien nos pueda tachar de locos,estos eventos acaba con todo esos comentarios; definitivamente, no puede haber tanta gente loca. Pulisa, buen trabajo.

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