Hay un mayo diferente

Aparentemente el mes de mayo se presenta igual al de otros años; de buenas a primeras tenemos unos días excesivamente calurosos para la época del año y a la semana siguiente hay un cambio brusco y bajan tanto las temperaturas que donde estuvieron la semana pasada a 29 grados hoy ha estado nevando.

También en este mes llegan las comuniones..., y no hay católico que se salve de una; si no es el del hijo de un hermano, es el de un primo, el de un amigo o el de un compañero. El tema es que quieras o no te ves a menudo comprometido, de modo que si tenías algo planeado con tiempo resulta que se te viene todo abajo y te ves en la obligación de cambiar de planes. Pero este mes de mayo para mi es diferente por algo que considero más mportante, y es que no tengo los 101 Km de Ronda, prueba clásica que se ha convertido entre mis favoritas, a pesar de la dureza. Y no serán las inclemencias meteorológicas ni los compromisos sociales los motivos, sino una misión militar de los organizadores (La Legión) la que ha impedido su celebración.

En condiciones normales, a estas alturas ya estaría concluyendo una preparación especifica para solventar dicha prueba con solvencia y la piel curtida tras haber pateado carriles a horas en el que el sol esta en su cenit. Quizás sea la dureza, el traspasar limites físicos jamás experimentados, la compañía y amabilidad de los participantes, la buena organización, bellos paisajes, etc.. El asunto es que estoy enganchado y la hecho de menos bastante. En fin, otro año será... 

Pedro Nocturnis