
En la página web de la prueba ya está publicado el recorrido definitivo con su correspondiente perfil. A primera vista parece todo igual, pero hay pequeñas modificaciones y conviene conocerlas. En la del presente año, de nuevo cambiará, y casi a la misma distancia, entre los Km. 50 y 60. Bien pasado Arriate y antes de llegar a Setenil pasaremos por Alcalá del Valle. Ese es el cambio y conviene que todos lo sepamos, para luego no llevarnos sorpresas como en la última participación –año 2.009-. Todos debemos recordar que en aquella edición, cuando íbamos camino de Setenil y lo teníamos casi a la vista, la organización efectuó cambios de última hora en el recorrido habitual y nos metió por otro lado. Se produjo un desbarajuste; la señalización de los kilómetros en los puntos no se correspondía con los reales, según los GPS que el personal portaba; preguntábamos a los Legionarios y no sabían respondernos; no veíamos Setenil por ningún lado, etc. Cada kilómetro se nos hacía eterno, y todos loquitos por llegar, no se si a recoger la mochila o bien como un objetivo a alcanzar. A esas alturas el físico empieza a resentirse, al rebasar una distancia que habitualmente no solemos entrenar, y es cuando la mente empieza a trabajar. Todo ello nos costó un desgaste mental que fue muy comentado entre todos los participantes.
Luego, sobre el Km. 70, la señalización se fue ajustando a la realidad, pero ya el “coco” estaba un poco dañado y físicamente íbamos muy justitos de fuerzas. La justa para llegar al Cuartel, comer un poco, y salir pitando para afrontar el último tramo, el más duro. Así que nada, avisados estamos. Esperemos que los carteles no nos deparen más sorpresas y todo se corresponda a la distancia anunciada.
Pedro Nocturnis
ya estoy nervioso, ya tengo dorsal y pasaporte
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